La verdadera historia de lo que ocurrió con Ricardo Birn

El cordobés ya había tenido experiencias en subidas al Everest y nuevamente se animó a la aventura para subir a la montaña de 8848 metros de alto.

En sus redes sociales, se puedo comunicar que debido a que priorizó su salud, pegará la vuelta porque ya comenzaba a sentir el cansancio y el frío a la altura en donde llegó.

¿Qué dijo Ricardo?

Bueno gente querida. Ahora si va la posta de lo sucedido en estos días. Ya que estoy en el hospital con pronóstico Real: edema pulmonar fuerte, infección en los y pleura muy inflamada. Muchos me decían que por ser la segunda vez y por lo preparado que estaba, se tenía que dar si o si. Yo sabía que le estaba poniendo todo lo necesario y que me bancaba muchas cosas para dejarlo todo. Pero es un ocho mil. Es el más alto del planeta, y te lo hace saber a cada rato. Me tomé todas las precauciones de corregir todo lo posible. Cumplía con las medicaciones preventiva. Pero cada vez que me metía al peligroso khumbu. Reaparecía aquel problema bronquial que tuve la vez pasada. Pero venía bien. Mejorando la performance de la vez pasada en cada ascenso de aclimatación. Y acostumbrándome a la Soledad. Y conectando bien con mi sherpa, eso daba confianza. Pero en el medio. Veía una superplobación en cada trayecto. Habiendo colas eternas y muriéndome de frió y sabia que el día final si no estaba más rápido que los demás. No se si lo bancaria jugarse a quedar con secuelas por estar tanto en la zona de la muerte. Después lo que cuento en el relato. Falta agregar que la vez pasada la frustación fue grande porque los errores ajenos me quitaron el sueño de cumbre. Pero esta vez me siento completo. Los huevos que le metí en toda la Expe Haciendo todas las tareas. Y con el acompañamiento de ustedes. Pero, principalmente de mi esposa Erika. Ella como siempre se lleva los elogios. Todos los días con el satelital nos comunicábamos. Me daba las fuerzas necesarias, me tramitaba la fuerza para sobrellevar todos los obstáculos. Y estuvo todo el día y noche mi evacuación. La noche del 22. Me encontraba solo con mi sherpa pero el no tenia ni idea de lo que es un edema pulmonar. Por eso es como si estuviese solo. Por eso ella mientras trataba de conseguir ese rescate único desde campo 3 colgado de la soga. Me indicaba que hacer. Sobre todo de no aflojar. Que aguantará. Mientras yo sabia que me estaba muriendo. Lo juro que así era. Pedía a los gritos a otras carpas que me ayudara, (nadie respondió). Porque el efecto de la dexametosona que solo.me había colocado, se le estaba yendo el efecto. Y pensé lo peor. Creo que al final, lo que tuve que poner esa noche. Fue más de lo que hubiera puesto para la cima… este Everest fue de ella. Y siento, que lo complete. Distinto a la otra vez. Hice todo lo que tenía que hacer. La enfermedad no me permitió tocar ese punto. Pero si me ayudo a saber lo que tenemos adentro. Para dar mas de lo que tenemos pensando en nuestra Flia; así sobreviví. Y una vez más dejo en claro que mi mejor cumbre la tengo en casa!!!!. En el hospital sigo hablando con señas. Y también me aguantan jaja. Espero que ceda la infección, el sangrado y el dolor en la pleura que no.me deja ponerme de pie. Así antes del 30 salir para tomar mis vuelos regresando a mi Córdoba querida el domingo 2. Le doy mil gracias por haberme apoyado y empujado hasta donde llegue. Everest, estará la espera de más mortales tentados por si cima. Pero yo; esta vez, siento, que ya estuve allí. Abrazo enorme para todos

 

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Encima de mi carpa. La bandera de Córdoba, esperándome que la lleve pronto hasta la cima del mundo!

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