Talleres tiene un problema en puerta con Juan Cruz Komar, que empuja salir del club, y Rosario Central, institución en la que quiere continuar el marcador central.
El capitán de la “T” tiene decidido seguir su carrera en el Canalla, debido a que en reiteradas oportunidades se declaró hincha. De hecho, no se presentó a los amistosos de Talleres y espera resolver cuanto antes su salida de Córdoba.
Sin embargo, no hay acuerdo entre las partes por el momento. Desde Rosario Central Ricardo Carloni, vicepresidente del club, aduce que las transacciones están frenadas por las pretensiones del presidente Andrés Fassi. “La negociación por Komar está estancada por lo que se solicita el presidente Fassi, seguimos hablando para llegar a un equilibrio, pero dentro de los valores del mercado argentino”, dijo en diálogo con el programa Tercer Tiempo, de Radio Mitre.
Y agregó: “Debería saber Fassi, hace poco tuvimos un caso como el de Villagra que de un día para el otro se quiso ir a Talleres, hablamos y encontramos un punto de equilibrio“, fue la comparación que estableció con el jugador que hoy viste los colores de la “T”.
“Creo que le están cortando la carrera al jugador”.
Komar es del interés de Kily González y por eso son optimistas en que se concrete la operación. “Komar manifestó a los medios que quiere jugar en nuestro club. Es lógico que cada uno quiera cuidar su patrimonio, pero después tiene que entender dónde vivimos. Estamos abiertos a seguir debatiendo porque es un jugador que le interesa al cuerpo técnico”, dijo el vicepresidente.
La relación con Talleres y las supuestas amenazas a Andrés Fassi
Carloni remarcó que en medio de las negociaciones por Rodrigo Villagra “todos éramos buena gente”. “No sé porque ahora hay tanto novela con esto”, dijo el dirigente de Rosario Central.
Consultado acerca de las amenazas que habría recibido Andrés Fassi por la transacción de Komar, expresó: “Si Fassi denuncia amenazas debe hacerlo ante la Justicia”.
“No lo escuché de él el tema de las amenazas, sino que haga las denuncias correspondientes. Echarle la culpa al club Rosario Central de esta situación sería impresentable”.
