Por Ricky Vazquez
Belgrano sabía de antes de iniciar el campeonato que jugaría ante River en el Mario Alberto Kempes y que seguramente además tendría la posibilidad, según así sucedió en muchas ocasiones con Talleres en ese estadio, jugar con hinchada visitante.
En ese contexto Belgrano se decidió por hacer “caja”. Esa definición es del propio presidente Artime.
Y a decir verdad es una jugada un tanto polémica pero genuina al fin. Nadie obliga a nadie a ir a algún evento, cada uno decide según su presupuesto donde puede o no ir.
Sin ir más lejos, Belgrano pasó por esta misma situación pero a la inversa cuando se consagró campeón en San Nicolás y Brown de Adrogué cuando la platea costó 10.000 pesos en un partido de Primera Nacional y en septiembre de 2022, con una inflación interanual de casi el 100%, cuatro meses después Belgrano se toma su momento para recaudar cómo lo hace cada uno que puede.
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Incluso para el hincha de Belgrano que tantas veces reclamó por no querer salir de Alberdi quizás ahora con los números entienda que es un ingreso extraordinario que no se puede dejar pasar.
Después vendrá el análisis de los socios con respecto a que se hace con ese dinero como suele suceder cuando se vende un jugador. Por lo general la gente, que muchas veces está ajena a los números del día a día, quiere obras o jugadores de jerarquía en los mercados de pases.
El Pirata está ampliando su capacidad del estadio y cuando el aforo sea más importante quizás no tenga que salir más pero por ahora no se puede negar que es un ingreso demasiado importante como para andar haciendo demagogia con el barrio. Y es incomparable con cualquier otro club porque sólo Córdoba tiene el privilegio de tener el mejor estadio del país que sin dudas es el Kempes.
