Luego de la declaración de los sospechosos, el juicio por el crimen de Blas Correas continuó con las palabras de los amigos del adolescente, quienes estaban con él la noche del asesinato. En primera instancia le tocó a Mateo Natalí, quien viajaba al lado del adolescente. El tribunal escuchó: “Blas dice ‘Me pegaron un tiro’ y se ríe… (con) esa risa nerviosa”
A continuación, el joven contó que inmediatamente el auto en el auto se vivió un tenso momento de gritos y llantos. Al percatarse de que Blas tenía un orificio en la espalda, algunos de ellos querían frenar y otros seguir, pero todos querían ayudar al adolescente.
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Además, Natalí relató cronológicamente cómo fueron los hechos desde el Fiat Argo. Luego de partir hacia Nueva Córdoba desde barrio Parque Vélez Sársfield, contó cómo fue el episodio en el que se enfrentaron con los dos motociclistas que les rompieron el espejo retrovisor y se insultaron con el conductor del auto.
Los motociclistas abordaron a dos policías frente a Telefé Córdoba (Canal 8), y ellos fueron al norte, por avenida Vélez Sársfield. Tras evitar un control policial, los jóvenes del Argo llegaron al que había apostado frente al complejo Pablo Pizzurno, donde pasaron frente a los policías Javier Alarcón y Lucas Gómez.
Mateo agregó que él iba agachado, con miedo porque había visto a uno de los uniformados con el arma desenfundada. Cabe recordar que este detalle se pudo comprobar con las cámaras de los móviles que registraron exactamente el momento. El joven relató que cuando vio al policía con el arma desenfundada atinó a agacharse. Metros más adelante, sintió varios ruidos que creyó que eran piedras.
Luego, el desenlace fatal. Mateo recordó a su querido amigo, a quien le llamaban “Hueso” de cariño, y contó que lo extraña todos los días de su vida. Compartían cancha, asado, colegio. Se perdió varios acontecimientos importantes de su vida y relató que nadie del Gobierno le ofreció asistencia: “Recibí nomás la ayuda de mis viejos, mis amigos”.
