Tras múltiples idas y vueltas con la dirigencia del club italiano, todo parece indicar que el futuro de Paulo Dybala se aleja cada vez más de Turín. Desde hace ya varios meses, la Joya mantiene una tensa relación con los altos mandos de la Juventus en una problemática que gira en torno a la renovación de su contrato. El club tomó la decisión de atrasar la firma de su nuevo vínculo y esto molestó al cordobés, quién durante el último fin de semana convirtió un tanto y miró desafiante a Paul Nedved, vicepresidente de la Vecchia Signora, que se encontraba viendo el partido en la tribuna.
Pese a que el ex delantero de Instituto esquivó la polémica y aseguró que durante el festejo “buscaba un amigo y no lo encontraba”, está claro que la relación entre la institución y el futbolista no tiene retorno y así lo dejó saber Maurizio Arrivabene, consejero delegado de la Juve. “Cada uno debe ganarse su sitio y demostrar el valor que se le ha dado”. “El que lleva el dorsal 10 de la Juve debe darse cuenta del peso de la camiseta”.
En medio de esta guerra de provocaciones y declaraciones cruzadas, varios clubes importantes de Europa ya empiezan a posar sus ojos sobre el atacante de 28 años. Según el diario The Sun de Inglaterra, Tottenham estaría dispuesto a pagar el contrato que Dybala pretende (13 millones por temporada contra los 10 que ofrece Juventus) y haría un esfuerzo para sumarlo a sus filas en el próximo mercado de pases.
Otro interesado en contar con los servicios del delantero a partir de junio es Inter de Milán, que tras la salida de Christian Eriksen y las posibles partidas de Arturo Vidal y Alexis Sánchez, tendría todo preparado para ofrecerle una jugosa oferta.
Atlético Madrid y Paris Saint Germain también expresaron su interés en el delantero oriundo de Laguna Larga aunque todavía no realizaron ninguna oferta formal al entorno del jugador.
