La amnistía que le perjudica a Belgrano

Racing podrá jugar con Galván y Carbonero
Por Ricky Vázquez

La Asociación del Fútbol Argentino una vez más manipuló el reglamento en favor de los poderosos. Ayer se estableció una condena de las penas que tenían que cumplir varios jugadores que habían sido suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas o expulsión, salvo casos que se determinaron como muy graves por ejemplo el gesto de Benedetto en la final del trofeo de campeones sobre lo supuestamente pago que estaba el árbitro que significó una sanción de cuatro partidos. Vale recordar que en aquel momento también se marcó un antecedente porque el gesto de Benedetto fue advertido por el VAR y será que deberán cuidarse los jugadores sobre gestos que hasta por momentos han sido habituales en los jugadores cuando se sienten perjudicados.

En el contexto del perdón, Belgrano se ve perjudicado porque su rival perdía a Carbonero, una de las figuras del Racing de Gago y a Galván. En Córdoba la postura de la relación con la dirigencia de AFA quedó muy marcada en el último tiempo. Instituto y Belgrano se sienten muy a gusto con la presidencia de “Chiqui” Tapia mientras que Andrés Fassi mantiene una distancia más protocolar y sigue reclamando una liga más profesional donde principalmente se cumplan las reglas del juego.

Belgrano se ve perjudicado, pero se tiene que “tragar” el sapo por entender que está todo bien con lo que hace AFA. Es necesario que de una vez los reglamentos se cumplan y se determine un proyecto al menos por los próximos 10 años, así sea jugar en primera con 20 o 60 equipos, pero que se determine un objetivo para cumplirlo. De la final de Patronato que debió jugar ante Boca en Abu Dhabi a las tantas modificaciones que se van realizando durante la marcha.

Básicamente es como la vida misma y la otra opción es adaptarse sabiendo que a veces te favorece y otras te perjudica. Un día te arreglan un bache en la puerta de tu casa pero la semana que viene se te rompe el alumbrado público sin saber cuándo volverá. Es como que en la vida se dice habitualmente, todo no se puede. El punto será también imaginar como y cuanto capitalizará el título conseguido por la selección en Qatar. Ojalá que sirva para bien y no para que cada vez sea todo más impresentable.

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