El FIFAgate que pareció dormido durante los últimos dos años, explotó nuevamente en medio de un escenario en que las noticias mundiales están dominadas por la pandemia del coronavirus.
Este lunes, la Fiscalía de Brooklyn le dio nueva vida a la causa y publicó las denuncias en las que entre otras cosas se acusa directamente a Rusia y a Qatar de haber efectuado sobornos para quedarse con las sedes de los Mundiales 2018 y 2022, respectivamente.
Según el documento que vio la luz en horas de la tarde, el dirigente brasileño Ricardo Teixeira, el paraguayo Nicolás Leoz y alguien a quien se llama como “Co-conspirador 1” recibieron sobornos por sus votos para seleccionar a Qatar como sede de la Copa del Mundo de 2022, según informó el periodista especializado Ken Bensinger en sus redes sociales.
La elección tanto de Rusia como de Qatar se dio en 2010 y fue la primera vez que se eligieron dos sedes de distintos mundiales en la misma oportunidad. Siempre sobrevoló la versión de que corrió dinero en aquella votación.
“Varios miembros del Comité Ejecutivo (de FIFA) recibieron sobornos vinculados a sus votos. Por ejemplo, Ricardo Teixeira, Nicolás Leoz y Co-conspirador 1 recibieron pagos a cambio de sus votos a favor de Qatar”, se señala en los documentos a los dirigentes latinoamericanos.
Aunque no se da a conocer quién es el llamado Co-conspirador 1, todo indica que se trata de Julio Grondona, extesorero de FIFA y expresidente de AFA, difunto el 30 de julio de 2014.
Leoz estuvo al frente de Conmebol durante 27 años (desde 1986 hasta 2013) y lo habían declarado culpable por cobrar dinero proveniente de empresas de televisación por los derechos de competencias de Conmebol. Murió en 2019.
Por su parte, Teixeira también fue encontrado culpable por cargos similares a los de Leoz y por ellos fue inhabilitado de por vida en 2017. Fue presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol durante 23 años (del 89 al 2012).
