Por Ricky Vázquez.
La violencia esta descontrolada en distintos encuentros de nuestra sociedad y por supuesto que el fútbol es uno de los más afectados. En Córdoba la Liga decidió parar la pelota para que sirva de tiempo reflexivo por la conducta principalmente de padres y entrenadores con rivales. Los árbitros no pueden dirigir y estar pendientes de normas básicas de convivencia social. Y lo más llamativo es que siempre los mas difíciles de corregir están afuera de la cancha.
Antes cuando eras chico y te mandabas una macana te mandaban “al rincón” a pensar eso que habías hecho mal. Ahora la LCF hace lo mismo, invita a que todos los que forman parte del fútbol, incluido la primera, reflexione en el “rincón” a la fuerza. El objetivo es ir por una formación que ayude a que todos podamos disfrutar del deporte. Los deportes son un juego y así hay que entenderlos, lejos de la violencia de cualquier tipo que siempre es reprochable.
