Salir a la plaza, caminar, hacer ejercicio, llevar a los niños a jugar… una salida típica para la tarde que se ve afectada por la cantidad de desechos que los perros dejan, y sus dueños no se animan a levantar. En el pasto, en la vereda y hasta en los bancos, las heces de las mascotas quedan cual “regalito”, y entorpecen la recreación de los demás vecinos.
En su móvil, Nacho Cadario logró hablar con una vecina que manifestó que “nadie cuida nada”: “Nadie lleva bolsa como yo, ni la recoge con servilletas. Todo lo dejan tirado. Siempre está lleno. La plaza ha quedado hermosa, y viene gente de todos lados. Tendríamos que cuidar un poquito más”, se quejó la mujer, quien además apuntó a que hay instalaciones de ese espacio como las canillas de agua fría-caliente y el panel solar, que han sido vandalizados y rotos. También resaltó el trabajo de quienes mantienen la plaza limpia.
Por otro lado, una trabajadora de la Dirección Municipal de Espacios Verdes expresó que “hay muchísima caca de perro, la gente no la levanta. Está todo sucio. La tenemos que levantar nosotros. Tienen que venir con la bolsa y levantar la caca de los perros, hay gente que sí lo hace, y gente que no. Nuestra función es otra, es levantar todos los papeles”.
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Cobertura por Nacho Cadario
