Por Ricky Vázquez.
Lo había prometido después del triunfo ante Países Bajos por los penales atajados aquella tarde que nos clasificó a las semifinales y sin saber que sería otra vez determinante en la final. Los que nos consideramos cabuleros y a veces supersticiosos sabemos que con las promesas no se juegan. Nadie te obliga a prometer nada pero si lo prometiste tenés que cumplirlo.
Muchos eligieron diferentes tipos de tatuajes pero como no tengo uno y ni lo imagino por ahora preferí hacer algo jugado y que sea importante, porque además las promesas deben ser cosas fuertes que no estés dispuesto a hacerlo todos los días.
Si conoces un amigo, vecino o familiar que haya realizado una promesa, quienes conformamos el ejercito de esta creencia invisible pero real, te pedimos que ayudes a cumplirlas para que la energía sobre la selección Argentina sea positiva siempre. ¡Vamos Argentina Carajo!