El 12 de octubre de 2016, Argentina jugaba en el Kempes ante Paraguay y Messi no vino a Córdoba. Messi ama tanto a la selección que hoy al PSG le puso una clausula de poder ir a convocatoria hasta de partidos por el pancho y la coca. Pero la vida hace que, desde hace un tiempo, a Córdoba la presencia de Messi le resulte esquiva.
Al diez le fue de diez en el Kempes, bancaron a la selección en un momento en el que había un repudio generalizado hacia el grupo, hizo un golazo de tiro libre en otro partido ante Paraguay y le hizo uno de penal a Bolivia la última vez que piso el campo de juego cordobés.
La Copa América ilusionaba a los cordobeses que veian en el fixture un partidazo ante Uruguay. Llego un virus mundial, postergo la Copa América un año, se reprogramaron partidos y sólo habría suerte si Argentina llegaba a semifinalesaunque finalmente el torneo se termino disputando en Brasil.
El positivo de Covid a comienzos de enero hacía preveer que para febrero estaría recuperado pero el bicho es traicionero y aún no pudo volver a jugar. Si Scaloni no dio la lista hasta hoy es sólo porque Messi le pide tiempo. Él siempre quiere estar, le duele ver una lista sin su nombre y por eso hasta el final hay que tener la ilusión de ver a Messi en el Kempes.
