Por ese entonces, el defensor central jugaba en Independiente de Medellín, y la División Mayor del Fútbol Colombiano lo inhabilitó por cuatro años.
Durante más de un año, el jugador surgido en Talleres de Escalada manifestó su inocencia alegando que la Boldenona se encuentra presente en la carne de Colombia.
En noviembre del año pasado, el Comité Olímpico de ese país lanzó un comunicado que comprueba la defensa del central: el anabólico aparece en una de cada cuatro muestras de ganado vacuno con el fin de engordar a los animales, y el organismo olímpico busca “prevenir y alertar” a los deportistas de ese país.
“No soy culpable, no sé qué mas se puede pedir. La ley de la AMA dice que tenés que mostrar cómo te contaminaste y yo tengo lo que piden: tengo el ticket del restaurant, el testimonio del dueño de la parrilla y de mis compañeros. Más demostración que ésta no hay”, le había confesado Echeverría, denunciando como injusta su sanción.
“Es momento de expandirme a otros oficios. No sé cuál, pero ya no puedo seguir así. La situación es durísima, y necesito darle de comer a mi familia. Me estoy comiendo un garrón. No hice nada y encima se dan el lujo de tratarme como un delincuente. Ni en Inferiores puedo dirigir. Tengo que salir, de la nada, a buscar algo por afuera del deporte”.
