Alejandro Rébola y Gabriel Compagnucci pasaron por los estudios de Showsport para hablar a fondo del presente del equipo, que los tiene como campeones de la Primera Nacional, a la espera del inicio de la pretemporada para disputar la Liga Profesional el próximo año.
Sus frases más importantes
Gabriel Compagnucci
“Estamos más relajados y disfrutando el día a día, comiendo bastantes asados. Fue un año muy duro y largo, fue un trabajo muy importante de todos juntos”.
“En el pitazo final en San Nicolás nos mirábamos todos la cara y no lo podíamos creer. Los nervios jugaron un papel importante en ese partido, pero fue algo que a nosotros nos caracterizó todo el campeonato. Somos un equipo que, ante la adversidad, apretaba los dientes y no bajaba la cabeza”.
“El jugador está acostumbrado a que, cuando llega la finalización de todo vínculo, sabe que pueden llegar distintas ofertas. Más allá de eso, en una institución tan hermosa como esta, en los lugares que uno se siente cómodo, valorado e importante, a uno lo enorgullece”.
“Con Brown (A) sentía que estábamos bien, que estábamos para ganarlo y que íbamos a tener situaciones para concretarlo. Cuando nos hacen el segundo gol, fue un baldazo de agua fría. Tuvimos la cabeza de decir ‘vamos a seguir luchando'”.
“No tomamos dimensión de lo que nosotros significamos para los más chicos. Es algo hermoso ver a los nenes que se acercan a pedir una foto, que se emocionan. Lo que me pone la piel de gallina es ver a la gente mayor que hace el esfuerzo para ir a la cancha en Alberdi o de visitante, es algo increíble. Este grupo tiene la predisposición para atender siempre una foto o una firma. Esa humildad nos hace grandes”.
Alejandro Rébola
“A mí todavía no me cayó la ficha. Todavía seguimos con la vorágine de que salimos campeones, a medida que pasen los meses nos vamos a dar cuenta. También extrañamos jugar, porque uno se acostumbra a la competencia. Vamos a seguir festejando hasta que arranque el otro torneo”.
“El festejo de San Nicolás fue el más importante por cómo se dio todo. Todo fue cuesta arriba y ahí fue el desahogo más grande, después fue todo disfrutar”.
“Este año fue algo especial, con toda la euforia, la cancha siempre llena, los recibimientos. Las ganas de seguir están cuando vos te sentís cómodo y con objetivos altos. Es tratar de pelear siempre por objetivos importantes. Seguir sería algo lindo”.
“Del partido con Brown (A) se me viene a la cabeza la familia, el desahogo, pero más que nada sabía que no lo íbamos a perder nunca. Fue un partido raro. No sé si por la gente o la fuerza que había en el estadio, tuve esa sensación. Cuando terminé, lo primero que busqué fue a mi familia”.
“Cuando llegué a Belgrano, sabía a qué tenía que venir. Las aspiraciones siempre son muy altas. Es un largo camino, es difícil, hay altibajos, pero siempre estuve convencido de que íbamos a lograr cosas importantes. Tuve dos oportunidades de venir antes a Belgrano”.
“Mi prioridad es Belgrano. Mi representante lo sabe, hay gente atrás mío para la que yo quiero lo mejor”.