Por Ricky Vázquez:
No daba para más. El ciclo de Caixinha expuso todas las debilidades el sábado en Rosario y se agotó antes del partido en San Luis ante Newell´s. Los dirigentes sabían que era pura responsabilidad de la comisión directiva quedar eventualmente eliminado con una pobre imagen como los otros días.
El entrenador había sido claro en conferencia de prensa sobre algunas definiciones que daban cuenta que ya los jugadores no respondían a la idea del entrenador. Y algunas ideas tan esenciales como no ganar las “pelotas divididas”. Asi las cosas ahora la responsabilidad crece para los jugadores que ya tuvieron dos entrenadores durante la temporada y ahora, otra vez con Gandolfi como cuando se fue Hoyos, buscaran revertir un año espantoso.
La Copa Argentina demostró en su historia que es muy difícil de ganar, incluso para los equipos grandes cuando con millones en su presupuesto la necesitaron imperiosamente para jugar la copa libertadores al año próximo. Por eso pensar que con este equipo, salvo aquellos rendimientos superlativos en copa ante Flamengo y Colón en Santa Fe, es my difícil ponerlo como un objetivo real. Ojala además un equipo de Córdoba alguna vez sea campeón pero también es real que tener otra vez triple competencia en 2023 podría ser demasiado.
Hoy el objetivo primordial es pensar, sigilosamente, en el equipo del próximo año y con la mayor cantidad de puntos que pueda sumar de los 11 partidos que le quedan a Talleres este año. El colchón de puntos del “Cacique” Medina no alcanza para pensar que el descenso es algo para prestarle atención al 2024 aunque tiene valiosos puntos en el camino para tener un 2023 menos estresante. En fin, objetivo primordial, la liga profesional y las once finales que quedan.
