Sebastián Villa fue denunciado por abuso sexual y tentativa de homicidio

La presunta victima calificó al jugador de Boca como una "persona sumamente violenta y agresiva".

El futbolista de Boca Juniors, Sebastián Villa, se encuentra involucrado nuevamente en un episodio de violencia de género. Este viernes, su ex pareja lo denunció en los Tribunales de Lomas de Zamora por abuso sexual y tentativa de homicidio.

La denunciante sostuvo que el colombiano se mostraba como una “persona sumamente violenta y agresiva” y que los hechos relatados tuvieron lugar en junio de 2021 en la casa del futbolista de la localidad de Canning, en Buenos Aires.

Cabe destacar que el jugador ya había sido denunciado en abril de 2020 por otra mujer, Daniela Cortés, en una causa que sigue vigente por “lesiones leves y mediar violencia de género en concurso real con amenazas coactivas.”

El relato

“El día del hecho denunciado fue el 26 de junio de 2021, cuando el señor Villa me pide que lo acompañe a una casa de un Barrio Cerrado cercano a donde él se encontraba viviendo en la Localidad de Ezeiza, para ser parte de un asado en donde se hallaban varios compañeros del plantel de Boca Juniors. Llegadas las 22 horas aproximadamente Sebastián había injerido una gran cantidad de alcohol y si bien estaba acostumbrada a verlo en ese estado, empezó a hacerme una escena de celos porque yo habría tenido – según el denunciado – un encuentro con un compañero de la plantilla”.

“En el transcurso de esta escena, comenzó a elevarme el tono de su voz y en consecuencia a ponerse más violento de lo habitual, razón por la cual, dicha circunstancia hizo que nos retiráramos de la casa/quinta en donde se realizó el asado, ello poco después de las 22 horas aproximadamente. Cuando nos retiramos de ese asado, nos dirigimos a la casa de Sebastián Villa, que quedaba bastante cerca de ahí”.

La acusación de violencia física de la denunciante

“Él me estaba acariciando en la cara, cuando de repente se pone violento, me aprieta con fuerza la mandíbula y la nuca, me pega una cachetada y me dice ‘¿te gustaron mis compañeros? En ese momento me pongo realmente mal y comienzo a llorar y le digo: ‘¿pará Sebastián, que haces?’ Entonces frena y yo le digo ‘me quiero ir’, sin saber si esa violencia se iba a agravar por mi intención de huir. Me responde ‘calmese, pare con la bobada, no se enoje’ y a partir de ahí creí que se iba a calmar por lo que seguimos acostados. En ese momento, estaba absolutamente aterrorizada, y se me vino a la cabeza los antecedentes de violencia que tenía Sebastián, según los medios de comunicación”.

“En ese momento -prosiguió-, el cruzó un límite que no había cruzado antes, el de levantarme la mano, lo cual para mi ya era motivo categórico de ruptura. Yo sentía entre temor y bronca por el golpe recibido, sin saber cómo actuar, realizando un análisis interno de cual sería el proceder que me evite agravar mi vulnerable posición, teniendo en cuenta que afuera solo se encontraba su seguridad, quien de manera indiscriminada se ocupa de tapar absolutamente todas las acciones de Sebastián, y en quien yo en ese momento no confiaba”.

“Es por ello, que entre lágrimas producto del golpe, él comienza a acariciarme el pelo, me seca las lágrimas y me empieza a besar, pero acto seguido me aprieta devuelta la mandíbula con mucha fuerza -impidiéndome respirar por muchos segundos hasta que logré zafarme de esa situación-, y me muerde de manera violenta los labios. En esos momentos pensé que pretendía matarme”.

“Después de abusarme, Sebastián salió de la habitación, situación que detallaré más adelante, y tenía algunas invitadas. Lo cual me llevo con el tiempo a pensar que su intención de someterme y violarme estuvo absolutamente premeditada, dado que, si el de verdad hubiera querido irse a dormir, el seguridad nunca dejaría entrar a mujeres invitadas, ni pondría la música al volumen que la pusieron para continuar con lo que para ellos en apariencia era un encuentro festivo”.

La presunta violación

“Se bajó su bóxer un poco – no todo- y comenzó a penetrarme con su miembro de forma violenta: mientras yo intentaba liberarme agitando desesperadamente los brazos y tirándole manotazos al cuerpo. Pero el seguía violándome y me decía ‘te gusto estar con (…)’ (diciendo el nombre del compañero del Club con quien el mantenía que habría tenido un encuentro) ¿eso es lo que querías?'”

“El denunciado comenzó a abusarme, propinándome algunos golpes, y tapándome la boca con su mano, momento en el cual yo le realice algunos rasguños producto de querer salir de esa situación. Me abuso, en principio de frente (estando boca arriba), y termino poniéndome boca abajo, casi sin dejarme respirar, dado que entre gritos y llantos me fui quedando sin aire, a esto se le sumo su cuerpo arriba mío y su mano en la boca, lo cual se agravo cuando me dio vuelta y me apretaba la cabeza contra la cama”.

“Es así, que el abusador se secó su miembro con una toalla, y yo me dirigí al baño, donde al mirarme al espejo logre recuperar el aire, el que me había quitado el abuso sufrido, y entre de manera profunda en un ataque de llanto. No lograba entender lo sucedido, no podía creer, que el continuara como si nada hubiera sucedido, y sin permitirme egresar de la habitación”.

Otras Noticias