La grandeza de un equipo no solo se mide por su historia, sino también por su presente y su capacidad de aspirar a lo más alto. En el fútbol argentino, el equipo que viene demostrando su potencial en las últimas semanas es Talleres. Es por ello que resulta una falta de respeto menospreciar las posibilidades de este equipo de ser campeón en la Liga Profesional.
Bajo la dirección de Javier Gandolfi, Talleres ha construido un juego sólido y consistente que le permite obtener resultados positivos y convertirse en un candidato serio al título. Aunque algunos puedan dudar de las posibilidades porque no consiguió nunca en su historia un título en Primera División, el equipo tiene una idea muy clara y además tiene una jerarquía que le permite contar con el talento de algunas de sus figuras dentro del plantel, como fue el caso de Nahuel Bustos ante Tigre, donde su participación fue determinante para el triunfo.
Pero más allá de los nombres propios, lo que realmente ha valorado el hincha de Talleres en esta temporada es la forma de jugar del equipo. La manera en que despliegan su fútbol y logran resultados es digna de elogio. Tener fascinación y respeto por cómo juega tu equipo es algo que te transporta a un lugar especial durante los partidos y te hace soñar con lo que podría venir en un futuro, en caso de lograr el objetivo máximo.
Es importante destacar que Talleres depende de sí mismo en esta recta final del campeonato, a pesar de que River Plate lleve una ventaja que es difícil de calcular debido al partido suspendido.
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Además, hay que tener en cuenta el fixture que le queda por delante a Talleres, el cual brinda razones suficientes para ilusionarse. No obstante, no podemos caer en la complacencia ni en la confianza excesiva. El camino hacia el título siempre está lleno de obstáculos y requerirá un esfuerzo máximo por parte de todos los involucrados en el club.
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Lo más valioso del presente es entender cómo se recuperó rápidamente de aquella final perdida ante Patronato para hoy poder ilusionarse, como así también un año antes se había recuperado de la final ante Boca para llegar a cuartos de final de la Copa Libertadores. Evidentemente el fuego sagrado está bien encendido y esa revancha que viene acumulada parece que otra vez va en camino de al fin ser conseguida.
Por Ricky Vázquez.
