Va a juicio por abuso sexual el presidente de la Fundación Dolto

Se trata del psicólogo Marcelo Bazán. También está imputada su expareja Paola Re Aramburo. Las víctimas eran obligadas a mantener prácticas sexuales con su voluntad "distorsionada".

El juez Gustavo Hidalgo confirmó la elevación a juicio de una causa contra el presidente de la Fundación de Psicología y Psiquiatría Dolto (ex Doxa), Marcelo Bazán, y su expareja, la psicóloga Paola Re Aramburo. Ambos están imputados por presuntos abusos sexuales, agravados y reiterados, contra tres mujeres que asistían al lugar, que funcionaba en la ciudad de Córdoba y de Villa Carlos Paz.

Según la acusación algunas pacientes del imputado eran convocadas al margen de las terapias a reuniones grupales donde las obligaban a consumir alcohol y drogas, como así también, a mantener prácticas sexuales con la voluntad “distorsionada”. En algún caso, las hacían participar en un “ritual de traspaso de un terapeuta a otro”, que también implicaba abusos sexuales.

El psicólogo Bazán, y su expareja están imputados por los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado, calificado por el uso de estupefacientes; abuso sexual gravemente ultrajante, calificado por la participación de dos personas y agravado por el uso de estupefacientes; abuso sexual con acceso carnal continuado calificado por el grave daño en la salud mental de la víctima y por el uso de estupefacientes; y coacción continuada reiterada.

El juez Hidalgo consideró que el imputado Bazán “lograba doblegar la voluntad de sus víctimas” y, con la excusa de mejorar en su aspecto personal o relación de pareja, “consumó los actos de índole sexual durante las sesiones (…) haciendo creer, de este modo, que dichas actividades o practicas eran justas y comprensivas de la terapia, por cuya razón las víctimas accedían a realizarlas –con su voluntad distorsionada”.

Otro factor que facilitó los abusos, es la presencia verificada de alcohol y drogas en las reuniones sociales convocadas por el imputado, “con la única finalidad que disminuyeran los frenos inhibitorios y así generar una escena propicia para la realización de sus actos abusivos, además de afianzar una subordinación sentimental” detallaron desde la Justicia.

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