Por Ricky Vázquez:
El momento que está atravesando Belgrano es desconcertante para muchos. ¿Cómo explicar que un equipo que prácticamente es el mismo que llegó a los cuartos de final de la Copa de la Liga a fines de 2023 esté luchando en el inicio de esta nueva temporada? Ayer, en el partido contra Mitre, apenas dos jugadores no se repiten en comparación con aquel encuentro memorable contra River en el Kempes el año pasado. Entonces, ¿qué está pasando con Belgrano?
Es cierto que al inicio de cada temporada, los equipos suelen necesitar tiempo para que el entrenador pueda implantar su filosofía y estrategia. Sin embargo, en el caso de Belgrano, el plantel es prácticamente el mismo y los refuerzos apenas han tenido protagonismo. Entonces, ¿dónde radica el problema?
La respuesta no es sencilla. Podrían ser múltiples factores. El entrenador puede estar teniendo dificultades para transmitir su visión al equipo, o quizás las cabezas de los jugadores están llenas de preocupaciones por todo lo que atravesaron en el último tiempo. Jugadores que han sido piezas clave en la institución pueden haber recibido ofertas que los han distraído, y aunque no sabemos si estas llegaron o no, es evidente que algo perturbó el equilibrio del equipo.
Es interesante observar que, en retrospectiva, el mejor refuerzo para Belgrano podría haber sido mantener a esos jugadores que muchos daban por vendidos al finalizar la temporada pasada, como el caso de Longo y Ulises Sánchez. La continuidad de la base y los puntos fuertes del equipo parecía ser la apuesta más acertada, y aunque se mantuvo en gran medida, algo parece no estar funcionando como se esperaba.
¿Quién tiene la culpa? ¿Cómo se puede solucionar? Son preguntas que flotan en el aire, sin respuestas claras. Lo que sí es evidente es que el hincha necesita respuestas, necesita ver un cambio. El próximo sábado, ante Godoy Cruz, el clima será caliente, y no precisamente por el verano. La necesidad de una primera victoria del año se hace urgente, no solo para sumar puntos, sino para traer un poco de alivio y tranquilidad a una afición que está preocupada y expectante.
