Por Ricky Vázquez:
El entrenador portugués atraviesa su momento más complicado en el poco tiempo que lleva en Córdoba. El equipo no suma pero principalmente juega mal. Los refuerzos que llegaron tienen más jerarquía que los de enero pero hasta acá les costó acoplarse o transformarse rápidamente en titulares, salvo el caso de Alan Franco.
El DT en algún momento habló de la actitud y da la sensación que eso puede haber herido susceptibilidades. Antes del partido con Colón cambió el discurso y dijo ser el máximo responsable de lo que pasara para excluir a los jugadores. También planteó un “reseteo” del campeonato para comenzar con Tigre, que después del empate le agrego a su vez una división de bloques de 3 y 4 partidos… En fin, en el primer bloque de tres partidos también quedó último. Da la sensación que a Caixinha se le queman los papeles y se queda sin argumentos, incluso sorprendió post partido cuando dijo que Talleres había jugado bien.
Si Caixinha no hubiese venido y con Hoyos en el banco nunca sabemos que hubiese pasado en la Copa Libertadores porque hasta acá en el campeonato estamos igual o peor. ¿El proyecto de un club está basado en la continuidad del entrenador o en las decisiones globales que toma la institución más allá de los resultados? Como sea el crédito de Caixinha es cada vez menor y de no ser por los cuartos de final de la Libertadores da la sensación que se pediría un cambio a los gritos, el tiempo dirá si el eclipse de los cuartos de final le pasa una factura costosa a la institución.
