Por Ricky Vázquez:
Este fin de semana en el fútbol que tuvo a los equipos de Córdoba como protagonistas se dieron ciento de situaciones polémicas pero que serán polémicas por los días de los días… El VAR llegó para resolver cuestiones que pareciera no poder y termina siendo un debate de criterios que nunca se sabe de qué lado quedará involucrado tu equipo para bien o para mal. Básicamente es casi lo mismo que antes pero un poco mejor.
El fallo más determinante sin dudas fue el de Baliño en la última jugada de la noche en la Bombonera sobre si había sido penal sobre Merentiel de Carranza o no. El árbitro fue llamado a revisar la jugada por quien estaba en el VAR, Diego Abal, y fue finalmente el árbitro del campo de juego quien resolvió no cobrar la falta porque en definitiva considero según su criterio que fue un choche producto de la inercia de Carranza que no afectó en nada la resolución de Merentiel, quien además se quedó sin chance de buscar la pelota a pesar del choque porque salió rebotada hacia otro lugar. Incluso agregó Baliño que, si Merentiel hubiese tenido la pelota cerca para alcanzar, él hubiese sancionado penal.
Se dan cuenta lo difícil y rebuscado que son siempre las interpretaciones. Principalmente son así porque siempre las interpretaciones serán subjetivas y por lo tanto imposible establecer un criterio. Lo más preocupante en realidad dentro del protocolo VAR, es que si quien está en el VAR no cree que es infracción no lo llama al árbitro principal y en consecuencia quizás el árbitro de cancha cuando llega a la casa mira la jugada y se arrepiente de no haberla visto en el momento. Deberemos entonces, como mínimo, saber criticar mucho más al VAR quizás que al propio arbitro de campo de juego que depende del criterio de alguien más con quien claramente no puede estar de acuerdo.
Lo que paso en el partido de Talleres, más vinculado a la excusa justa del no funcionamiento del VAR es más de lo mismo. Incluso cuando funcionaba cobró penal para Banfield, para mí lo era, cuando en otro partido una jugada similar ante Lanús fue interpretada como roja para el defensor. En definitiva, la forma más saludable de vivir el fútbol, por más que me cueste decirlo y hasta pueda parecer ingenuo, es olvidarse de los fallos arbitrales para intentar que tu equipo pueda ser mejor que el rival y nada más.
