La finalización de la Fase Regular de la Liga Nacional de Básquet dejó a Atenas en el último puesto de la tabla de posiciones y sentenciado a jugar la serie por la permanencia ante San Lorenzo.
Después de la temporada más difícil en su historia deportiva, en la que llegó a sumar 23 derrotas consecutivas definiendo su peor racha histórica, el equipo de barrio General Bustos comenzó 0-2 abajo en los dos primeros juegos de visitante contra el Ciclón.
Los de Boedo se agigantaron en el Pando pero, al igual que en la primera ronda, tuvieron dificultades de visitante. El Cerutti, prácticamente vacío durante toda la Fase Regular ante la mala campaña del Verde, se convirtió en una fortaleza con localidades agotadas para hacerle saber al equipo de Álvaro Castiñeira que toda Córdoba está con ellos.
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La gente y su empuje salieron al rescate para darle fuerzas a Atenas, que logró remontar la serie para ponerse 2-2 con dos triunfos en casa y forzar la definición a un quinto juego en Buenos Aires, que será a todo o nada.
La historia del Griego pesará en el duelo definitorio que se jugará el próximo martes a las 21hs, ya que es el más ganador de la Liga Nacional con nueve títulos obtenidos (1987, 1988, 1990, 1991/92, 1997/98, 1998/99, 2001/02, 2002/03 y 2008/09) y participó en las 38 temporadas que se disputaron en la Liga Nacional desde que se creó en 1984, siendo el único con asistencia perfecta.
Frente al “todo tiempo pasado fue mejor”, el de los Campana, Milanesio, Osella y Oberto, el actual plantel del Verde jugó el tercer y cuarto juego con San Lorenzo con el corazón, haciéndole honor a la camiseta y con la responsabilidad de no soltarle la mano a la hinchada que estuvo cuando más se la necesitó.
La última consagración de Atenas fue en la temporada 2008/2008, de la mano de Rubén Magnano, en una serie que liquidó 4 a 2 sobre Peñarol en Mar del Plata. En aquella última hazaña del Griego, su gente celebró al más grande del básquet nacional sin saber qué vendría después.
Lo mismo ocurrió en la pasada noche del jueves 11 de mayo luego del segundo triunfo ante San Lorenzo para empatar la serie: los asistentes invadieron el campo del Cerutti como en aquellas lejanas consagraciones para agradecer y reconocer a las figuras de la gesta heroica que deja al equipo con una vida más, la última, para evitar el descenso del gigante cordobés y esperar el milagro en Boedo.
