El histórico triunfo de José María López en las 24 horas de Le Mans marcó un nuevo récord para el automovilismo argentino. Es tal la repercusión, que el riotercerense no para de contestar mensajes. “Estoy explotado, tratando de dejar contentos a todos… aunque es imposible”, declaró en diálogo con el sitio Carburando a menos de 24 de consagrarse.
“No hay más que esto. Es la frutilla de mi carrera deportiva. Espero seguir muchos años más en este nivel, pero sinceramente no hay nada más grande en mi carrera que ganar esto”, soltó el automovilista cordobés.
Al cruzar la meta y ver flamear la bandera a cuadros, Pechito no se olvidó de su familia y le dedicó este triunfo. “Tan solo yo y mi familia sabemos el sacrificio que hemos hecho para llegar a este momento. No es fácil soportar y convivir con las presiones en este nivel, donde la butaca de uno es caliente y la quiere todo el mundo”, expresó.
El cordobés sabe que no la tuvo nada fácil y tuvo que esperar cinco oportunidades para poder consagrarse. “Fue terrible la carrera, muy dura, con muchos accidentes y condiciones de pista muy complejas. Hizo mucho frío a la noche y la pista tenía poco grip”, contó.
“Cuatro campeonatos del mundo y una victoria en Le Mans… necesitaría muchas vidas para agradecer lo que me dio el automovilismo”.
Sobre la carrera
“Al principio teníamos una diferencia grande por el toque que sufrió el auto número 8. Pero después, comenzaron a mostrar que venían mejor que nosotros. Y a pesar del tiempo a favor que teníamos, se nos venían, se nos venían y se nos venían…”. “Preocupó mucho eso. Porque con media décima de diferencia por vuelta, en 24 horas te alcanzan y te destruyen”, dijo el cordobés.
“En un momento llegamos a tener mucha diferencia, de unos dos minutos, pero después se acortó por un auto de seguridad. Se subió Kamui (Kobayashi), venía complicado y se terminó pasando en la curva Indianápolis. Ahí Brandon (Hartley) lo alcanza y cuando me subo yo salgo atrás. Habíamos perdido la punta”, siguió.
En el giro 191, el cordobés estaba a poco menos de segundos del auto número 8. “Fue un momento increíble. Salí con todo. Lo alcancé, lo pasé e hice una diferencia enorme”, resaltó. López logró estirar la brecha a 36s5 en el giro 213.
Y en la vuelta 226, dos antes de terminar su turno, y cuando amanecía, ya le llevaba 1m08s497 a su rival. “Estuve muy rápido en esta carrera y por suerte fue cuando más lo necesitábamos”, destacó el piloto cordobés.
Sin embargo, el auto empezó a presentar algunos inconvenientes en una de las dos bombas de nafta. “Vino un ingeniero del equipo y nos explicó un procedimiento que teníamos que hacer en el volante. Teníamos que resetear la bomba de nafta cada vez que frenábamos. Es decir, veníamos a 350 km/h, y cuando pisábamos el freno teníamos que apretar un botón para apagar la bomba. Y antes de volver a acelerar, la teníamos que encender de nuevo”, relató.
Este martes a las 18, en su Río Tercero natal, el piloto será recibido con una caravana de autos que tendrá como punto de encuentro la rotonda camino a Villa Ascasubi desde donde ingresará Pechito.
