Por: Ricky Vázquez.
La Academia busca un golpe de escena que lo saque del fondo de la tabla. La dirigencia busco un entrenador post Silva, Pancaldo, que era un conocedor nato de la divisional pero los resultados fueron paupérrimos y los mismos lo sacaron de una manera que en un tiempo no muy lejano, ni recordaremos que alguna vez dirigió en Nueva Italia.
Ahora llega el turno de Mostaza, a los 68 años entiende que todavía tiene que seguir entregándole al fútbol mas tiempo de su vida. Dirigir el Federal A es, sin dudas, pasión y vocación. Planificar los trabajos de entrenamiento, respirar 90 minutos de intensidad al menos una vez por semana, el olor del vestuario, las noches de concentración y no darse nunca por satisfecho con lo realizado, lo pone en el decimosexto club para ser entrenador. Una forma de vivir. La única probablemente para alguien que en marzo superó un infarto y probablemente debería bajarle un cambio a las exigencias.
Entonces entramos a analizar los detalles. Una divisional durísima, canchas que muchas veces no permiten ni picar la pelota, viajes largos sin aviones (aunque mejoraron las conexiones desde Córdoba y podría hacerlo solamente el DT) y jugadores que probablemente hayan escuchado de él pero no sepan bien de quien se trata. Hay una tendencia que indica que ahora los entrenadores deben ser jóvenes para hablar el “mismo idioma” que los jugadores. Será momento de demostrar que viejo son los trapos, que el fútbol es uno solo y que Mostaza es un condimento ideal para que Racing se consolide en la categoría. Si pudo 35 años después con el de Avellaneda, porque no va a poder ahora con el nuestro, con el de Nueva Italia. Éxitos Mostaza.
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