La lucha libre argentina tiene, en Agustín Destribats, su mejor exponente. Sólo por lo que consiguió en 2021 y con todo el futuro por delante, el luchador cordobés logró que este deporte individual consiga para Argentina, su clasificación a Juegos Olímpicos después de 24 años.
La jornada del 15 de marzo del año pasado fue histórica. Ese día, en Ottawa, Canadá, le ganó a los representantes de República Dominicana por 7 a 2 y al de Estados Unidos, por puesta de espaldas, y logró el pasaje a la cita olímpica que se pospuso para 2021.
Unos días antes de las peleas de clasificación para los Juegos, Destribats había ganado la medalla de bronce en los Panamericanos.
Con el parate de la cuarentena, el luchador que se inició con el profesor Leonardo Torres en barrio Ituzaingó, nunca paró de entrenar. Y esperó casi nueve meses para subirse a luchar nuevamente.
Luego de entrenarse en Rusia, el argentino se probó en el Mundial disputado en Belgrano, Serbia y logró la medalla de bronce.
En la categoría hasta 61 kilos, el cordobés le ganó al armenio Razmik Papikyan por 5 a 2 para llegar el tercer puesto y terminar el torneo con un récord de tres victorias y una derrota.
Así, Destribats cerró su mejor año y, por qué no, el mejor año de la lucha libre argentina. Y, con este empuje luego de salir tercero en el Mundial de Belgrano, empezó el 2021 con toda la ilusión enfocado en lo que serán los Juegos Olímpicos en la capital japonesa.
