Por Matías Candoli
Ni el más pesimista de los hinchas imaginaba este presente de Belgrano. Ocho puntos en 11 partidos jugados en la Copa de la Liga Profesional hacen que mire el futuro cercano de otra manera. Las respuestas de la floja campaña que viene realizando el Pirata en este 2024 tienen muchas aristas que se resumen en un rendimiento muy por debajo del esperado por el equipo que dirigió Guillermo Farré hasta su renuncia luego del empate en dos goles ante Central Córdoba, en Santiago del Estero.
Los pomposos festejos por el regreso a la Copa Sudamericana parecen haber quedado lejos. Lo que sí queda en claro es que el equipo que hizo esa gran campaña en 2023, el año de su regreso a la máxima categoría del fútbol argentino, no cumplió con las expectativas de nadie. A saber: la ilusión de un año distinto, con aspiraciones mayores se fue diluyendo a medida que los rendimientos dentro de la cancha y los resultados, por consecuencia de lo primero, no acompañaron.
El desconcierto en el que se transformó Belgrano desde adentro de la cancha se contagió hacia afuera con los hinchas que bancan en las buenas ‘’y en las malas mucho más’’. Y pareció extenderse ese contagio al entrenador que trató de enderezar el rumbo pero nunca llegó ese ‘’triunfo’’ que permitiera arrancar a sumar para no llegar a esta situación. Y esa mala onda expansiva pareció alcanzar a la dirigencia que eligió apoyar el ciclo de Farré hasta que el propio entrenador dijo basta en esa cálida noche de marzo en Santiago del Estero.
Ahora los dirigentes se encuentran abocados a una tarea que, a priori, no tenían en mente que es buscar un reemplazante para Farré.
¿La Sudamericana llega en un buen momento?
Sin certezas sobre quién tomará las riendas futbolísticas de un club siempre difícil, llegó lo que todos esperaban a fines de 2023 por Alberdi que es la Copa Sudamericana. Pero ese ‘’regalo’’ de volver a competir en el plano internacional arribó en un momento no muy grato: con el equipo deambulando en la pobreza de rendimiento y resultados.
Y pareciera que, además de que el equipo no gana, la sanción del Cosedepro por siete partidos, más los más de doscientos socios a los que se le aplica el derecho de admisión y la mudanza al Kempes para jugar la competencia internacional, también hacen mella en los estados de ánimo de los hinchas celestes.
Todo este combo de cosas hacen que en el horizonte inmediato sea incierto para Belgrano. Las dudas sobre quién será el entrenador, el flojo rendimiento de jugadores comparado con la temporada pasada y la falta de ese ‘’color’’ característico en las tribunas forman un combo difícil de afrontar.
Por supuesto que en su larga historia, el club de barrio Alberdi ha tenido peores momentos pero, en este 2024 en el que además quedó afuera temprano de Copa Argentina, tiene que empezar a sumar para que el panorama no sea más complicado en una tabla que nadie quiere mirar por ahora que es la de la permanencia.
¿Qué debe priorizar Belgrano en lo que le queda en esta temporada?
En el análisis rápido, es casi un hecho que el equipo con el técnico que se elija, debe salir a hacer un papel digno en cada cancha donde le toque jugar en la competencia internacional. Pero el ‘’árbol’’ de la Sudamericana no debería tapar al bosque que es el torneo local. Así las cosas y a la espera de la confirmación del nuevo entrenador, en Belgrano se tienen que replantear cuestiones de prioridades y empezar a sumar para engrosar un poco la cantidad de puntos ya que, después de la buena campaña, la tabla de promedios le permite cierta tranquilidad pero, en la tabla general, en la que desciende el último equipo las cosas se miran de un modo más preocupante.
Por eso, y para no estar preocupado por el tema, el Pirata debe hacer rápido un borrón y cuenta nueva y volver a recuperar esa mística de equipo ‘’saca puntos’’ para poder soñar y renovar la ilusión de cara al futuro.
