El club o los jugadores

Con el caso de Juan Cruz Komar y Talleres, volvió a ponerse a la luz un tema que siempre genera discusión. Los jugadores quieren progresar y el club obtener un redito por su progreso.

Generalmente estás idas y vueltas se dan con jugadores surgidos de las inferiores. En Córdoba en los últimos tiempos hemos tenido un montón de ejemplos. Novaretti, Acosta, Alvarez, Maroni y muchos mas con diferentes formas presionaron para salir.

Pibes que llegan al club en su gran mayoría por pruebas o vizualizaciones. Hasta ahí el club parece ser el mas bueno de todos, el que te va a dar sin pedirte nada a cambio. El problema se sucede cuando ya ese juvenil deja de serlo y se convierte en billetes. Ahí es cuando aparece el “le dimos todo, algo nos tiene que dejar”.

Si bien es cierto parte de esa premisa, también es difícil de que sea terminante. ¿Cuántos no llegan y no dejan nada? ¿Por qué el dejar tiene que ser solo económico?

Entrar en conflicto no le deja ganancia a nadie. Para eso llego la solución de quedarse con % de venta futura o también el préstamo con opción de compra. Ese parece ser el camino donde ambas partes entienden que ganan.

Los jugadores dan un servicio que el club paga por ello, hasta ahí lo normal. El “valor llave” de ese empleado es lo que siempre genera posiciones dispares.

Los clubes necesitan de jugadores y los jugadores de clubes. No funcionan por separado y por eso no pueden ser rehenes uno de los otros.

Por Diego Mizraji

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