Qatar estuvo en medio del ojo de la tormenta de manera frecuente desde que fue elegido como sede del mundial 2022. En primera instancia la crítica fue centrada, con informes periodísticos incluidos, sobre la cantidad de inmigrantes que habrían fallecido en la década que el país se preparaba con obras para recibir al evento masivo más importante del mundo.
“Desde que ganamos el honor de albergar la Copa del Mundo, Qatar ha sido objeto de una campaña sin precedentes que ningún país anfitrión ha enfrentado”, dijo el emir en un discurso. Y agregó: “Inicialmente tratamos el asunto de buena fe, e incluso consideramos que algunas críticas fueron positivas y útiles, ayudándonos a desarrollar aspectos que deben desarrollarse”.
Según los informes periodísticos habrían fallecido más de 6000 trabajadores y Qatar sufre incluso las críticas por haber sido elegido como sede ante un calor tan incesante que obliga a poner aire acondicionado a estadios al aire libre lo que fue muy criticado por los ambientalistas.
El presidente de la FIFA, Infantino, sostiene que estamos en la puerta de vivir el mejor mundial de la historia, en respaldo al país que acusa tanto hostigamiento universal. Mientras tanto son cada vez más países que hacen saber su descontento con la sede y por ejemplo Francia y Alemania anunciaron que no pondrán sus “Fan Fest” tradicionales para evitar que la gente se reúna a ver los partidos en pantallas gigantes como ya era habitual.
