En las afueras de París, una joven entusiasta alberga grandes esperanzas de que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos lleguen pronto a su fin. Para Lyla Kebbi, de 10 años, esto significa que su club de natación heredará una piscina olímpica. Después de los Juegos, esta piscina será desmantelada y trasladada desde el distrito financiero hasta Sevran, una comuna menos privilegiada en los suburbios de París. Esta iniciativa permitirá que Kebbi y su equipo de natación tengan acceso a una piscina olímpica para entrenar.
En 100 días, los Juegos Olímpicos de París se inaugurarán con una ceremonia ambiciosa a lo largo del río Sena. Sin embargo, más que un evento deportivo, esta será la primera cita olímpica en la capital francesa en más de un siglo y será evaluada en función de su impacto más amplio.
Los organizadores prometen generar un impacto social positivo, reducir la contaminación y minimizar el desperdicio, con la esperanza de que París 2024 siente un precedente para futuros Juegos Olímpicos.
Sin embargo, los detractores cuestionan la relevancia de este evento en un mundo enfrentado a desafíos como el cambio climático y otras emergencias globales. Después de que numerosas ciudades retiraran sus candidaturas para albergar los Juegos Olímpicos, París y Los Ángeles fueron las últimas ciudades en pie en 2017, cuando el Comité Olímpico Internacional les otorgó las sedes de 2024 y 2028, respectivamente.
Tras los escándalos y los altos costos asociados a eventos olímpicos anteriores, el COI enfrenta el desafío de restaurar la confianza en estos megaeventos.
Para París, la promesa de beneficios más allá del centro de la ciudad es fundamental. Se busca que los Juegos beneficien a las comunidades más desfavorecidas en el departamento de Sena-Saint Denis, al noreste de París, una región marcada por la diversidad y la desigualdad.
Con un enfoque en legados duraderos, se espera que los Juegos dejen una infraestructura renovada en áreas como Sevran, donde se construirá una nueva piscina olímpica. Además, se planea la transformación de la Villa Olímpica en viviendas y oficinas después de que finalicen las competencias.
Si bien los costos asociados a París 2024 son significativos, se mantienen por debajo de los de las sedes olímpicas anteriores. Con una parte sustancial financiada por patrocinadores y la venta de boletos, los gastos públicos se estima que serán de unos 3.000 millones de euros.
A pesar de los desafíos logísticos y de seguridad, París espera ofrecer un espectáculo grandioso que celebre la diversidad y la unidad. En un momento de crisis geopolíticas y desafíos mundiales, los organizadores esperan que estos Juegos sean una fuente de inspiración y unidad para el mundo.
