Por Gustavo Bee Sellares (@gusbeesellares).
El 3 de diciembre de 2015 se llevó a cabo la Elección para elegir al nuevo Presidente de AFA: entre los dos candidatos Luis Segura y Marcelo Tinelli. En ese momento AFA estaba a cargo de Luis Segura, y en el horizonte, apareció la figura del empresario televisivo Marcelo Tinelli.
Ambos candidatos se comprometieron entre otras cosas, a introducir reformas frente a la violencia en la canchas, los pésimos arbitrajes, el bajo marketing que sufre la selección con sus contratos no transparentes y la decisión sobre si entrará o no publicidad privada en la transmisión gratuita de partidos por TV bajo el programa estatal Fútbol para Todos.
En la elección, estaba establecido que eran 75 las personas que iban a emitir su voto, pero después de introducir todas la boletas en la urna y en el posterior conteo, los números arrojaron que ambos candidatos estaban empatados 38 a 38. Entre los veedores estaba Rodrigo Escribano, dirigente de Talleres.
Al poco tiempo se determinó que un asambleísta no identificado había colocado dos boletas dentro de un sobre y ni siquiera lo advirtieron los dos funcionarios de la Inspección General de Justicia ni el resto de los veedores. Al contar las papeletas había una más de la totalidad de presentes habilitados y la votación quedó anulada.
Un papelón que rápidamente trascendió y dio la vuelta al mundo rápidamente y dejo al descubierto, la mala conducción de la AFA en tiempos post Grondona.
