Javier Gandolfi: “Ojalá el jugador de fútbol tenga la posibilidad, como los dirigentes, de tener incidencia en las decisiones que se toman”

En un nuevo programa de Línea de Cuatro estuvo vía zoom el defensor de Talleres Javier Gandolfi.

Cobija habló en primera instancia sobre las interrupciones en su trayectoria en Talleres: “Cuando llega Vojvoda tuve una lesión antes de arrancar el torneo y arranca jugando otro compañero. Creo que también se basó en una decisión del técnico, cuando podía regresar él tenía otras prioridades, lo acepté. Le dije que estaba para apoyar. No hubo nada raro”.

Sobre su presente en el matador, Gandolfi dijo: “Estoy contento, lo dije desde que llegué. Me encontré con una institución que se puede trabajar tranquilo. Desde el primero eslabón que es Andrés hasta el último están unidos. Me encontré con un cuerpo técnico que es para sacarse el sombrero. El Cacique (Medina) llegó a una liga que no conocía y le esta dando mucho a Talleres”.

Además agregó: “Cuando uno es íntegro del lugar que te toca te ganas el respeto de las personas que te rodean. Si apoyas del lugar que te toca te ganas el respeto”.

Cuando le consultaron sobre el mercado de pases, el defensor sostuvo: “En esta situación crítica (pandemia) Talleres va logrando objetivos del buen trabajo que hizo. Hoy tener ventas es difícil pero las tuvo”.

Cuando le preguntaron de la falta de consulta a los jugadores por la pandemia, el futbolista dijo: “Hoy se tomaron decisiones donde el jugador fue el último en enterarse. Hoy la situación es manejada por 3 o 4 tipos que toman decisiones. Ojalá el jugador de fútbol tenga la posibilidad, como los dirigentes, de tener incidencia en las decisiones que se toman. Siento que como cualquier otro rubro, con el protocolo adecuado podemos estar entrenando. El gobierno me autoriza a correr en un parque con miles de personas y no a un predio para un profesional”.

Por último, al hablar de su trayecto final de su carrera: “Desde México que vengo trabajando con psicólogos y aconsejo que no les tengan miedo. Disfruto el día a día y saber que puedo mejorar, ayudar. Cuando sienta que me cuesta levantar termino el contrato. Hay que enseñarle a los chicos que no tienen obligación de ser jugadores por su padre. Ellos pueden elegir. Jamás lo obligué a entrenar. Al niño lo cargamos de presión”.

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