Martín Cardetti: “Mi sueño es dirigir a Rosario Central”

Luego de una carrera notable, en la cual llegó a jugar en el Paris Saint Germain con Ronaldinho y donde fue campeón con Rosario Central y River, Martín Cardetti se mantiene lejos del ruido y de la exposición. En la actualidad está radicado en la provincia de San Luis, a casi 300 kilómetros de su Alcira Gigena natal. “Vivo casi en el campo, estoy muy tranquilo y relajado, ando a caballo y hago actividades que me gustan” comenta “Chapulín”, que a pesar de estar lejos del fútbol se prepara para estar listo en caso de que le ofrezcan la dirección técnica de algún equipo. “Tengo reuniones por zoom con mi cuerpo técnico, estoy expectante de que me llegue algún ofrecimiento para volver a dirigir”.

A pesar de haber pasado por muchos clubes, el corazón de Cardetti está en Rosario, más precisamente en Arroyito. “Soy hincha de Central, me fui encariñando con el club cuando llegué a la ciudad. La pasión que hay te va llevando, se vive el fútbol de otra manera. El clásico con Newell’s es muy especial, desde chico te vas enfrentando a algunos jugadores que después los seguís cruzando cuando llegas a primera”.

El delantero debutó profesionalmente con la camiseta del “Canalla” en 1995, permaneció hasta el año 1997 y convirtió 25 tantos en 67 encuentros disputados. Una de las cuentas pendientes en su carrera fue retornar al club y colgar los botines en el Gigante de Arroyito. “No pude retirarme en Central porque no era del gusto futbolístico de los entrenadores que había en el momento. Al principio me dolió pero hoy lo entiendo más”. Sin embargo, el “Chapulín” aún mantiene la fe intacta y sueña con sentarse en el banco del cuadro rosarino. “Me gustaría dirigir al club, es algo que sueño y espero tener la posibilidad algún día”.

El nombre de Martín Cardetti comenzó a sonar fuerte en el fútbol argentino cuando vistió los colores de River Plate. En el “Millonario” consiguió 4 títulos y hasta se dio el lujo de ser el goleador del Torneo Apertura 2001 con 17 tantos. A pesar de su palmares dentro de la cancha es recordado por sus diferencias con Ramón Díaz. “Me enseñó todo lo que no tenía que hacer, así que terminó siendo bueno”, ironizó. “No hablo de él con relación a otros jugadores o a gente del club, en lo personal me hizo cosas que no me gustaron, no me dejó absolutamente nada”.

Por último, analizó como cambió el fútbol con el correr de los años y contó una anécdota imperdible sobre sus años vistiendo la camiseta roja y blanca. “En la actualidad los jugadores están mucho más contenidos, se trabaja de otra manera. Mejoró mucho el entrenamiento en el aspecto físico, ahora hay psicólogos, nutricionistas… Cuando yo jugaba en River comíamos asados todos los sábados y había de todo: choris, achuras, hasta tomábamos un vaso de vino, hoy eso sería imposible”, cerró entre risas.

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