Neymar se enfrenta a una sanción millonaria por parte del ayuntamiento de Mangaratiba, en las afueras de Río de Janeiro, debido a infracciones ambientales cometidas durante la remodelación de su mansión. Las multas impuestas ascienden a más de 3,3 millones de dólares.
Según el comunicado emitido por el ayuntamiento de Mangaratiba, se han emitido cuatro multas que suman un total de 16 millones de reales. Las acusaciones contra Neymar incluyen la construcción de un lago artificial en su propiedad sin la autorización correspondiente, la alteración del curso de un río y desviación de agua sin permiso, remoción de rocas y arena, supresión de vegetación sin autorización y desacato a las órdenes de restricción impuestas por las autoridades locales.
Incluso después de haber sido advertido por las consecuencias ambientales, Neymar decidió nadar en el lago artificial, lo que resultó en una multa adicional. El documento oficial menciona que el futbolista desobedeció las órdenes de restricción emitidas por la secretaría ambiental y la policía local, quienes habían acudido previamente a la mansión.
A su vez, se informa que organizó una fiesta para celebrar la construcción del lago artificial, lo que ha generado aún más controversia en torno al caso. Hasta el momento, el portavoz del jugador no ha hecho comentarios al respecto. Ney tiene la opción de apelar la decisión, pero la misma ya ha sido enviada a la policía para su implementación.
El documento oficial, que consta de 46 páginas, muestra que Neymar ha sido multado con la cantidad máxima en cada una de las infracciones de las que se le acusa. Además, menciona que el padre del futbolista protagonizó un altercado verbal con las autoridades locales cuando acudieron a la mansión para detener las obras.
El gobierno de Mangaratiba estima que las obras ilegales realizadas le han costado alrededor de 120.000 reales brasileños, aproximadamente 25.000 dólares.
A medida que se desarrolla este polémico caso, Neymar enfrenta las consecuencias económicas y legales de sus acciones, mientras que, nuevamente, se convierte en el centro de atención por razones no deportivas.
