Por Luciano Migliazzo
El 13 de octubre de 1999 Talleres tuvo su bautismo oficial a nivel internacional. A pesar de que a lo largo de su historia disputó encuentros amistosos ante equipos extranjeros, nunca había sido por los puntos. Por lo tanto, el debut del equipo en la Copa Conmebol llenaba de expectativas a sus hinchas en el cierre del milenio.
En su primer encuentro el Matador sufrió una dura goleada en Bolivia ante Independiente Petrolero. La caída por 4-1 obligaba al conjunto de Ricardo Gareca a convertir tres tantos para forzar un desempate en los penales. La T hizo los deberes y se impuso 3 a 0. Luego, en la definición desde los doce pasos, conseguiría la clasificación.
En cuartos de final se topó con Paraná de Brasil. La ida en el viejo Chateau Carreras fue un partido reñido donde Talleres pudo rescatar un importante 1-0. Sin embargo, el asunto se complicó en Curitiba y el cuadro local ganó el encuentro de vuelta por el mismo resultado que se había dado en Córdoba. En los penales, el destino volvería a sonreírle al Albiazul, que lograría el pasaje a semifinales.
Ya entre los cuatro mejores del certamen, su rival fue Deportes Concepción de Chile. La T se impondría 2-1 en el primer chico y luego conseguiría un empate 1 a 1 en el país trasandino para meterse, en su primer experiencia internacional, en la final.
En el partido decisivo, volvería a cruzarse con un conjunto brasileño, esta vez con Centro Sportivo Alagoano. El primer choque disputado en la ciudad de Maceió le sonrió a los alagoanos, que se llevaron la victoria por 4 a 2. Para la revancha, Talleres estaba confiado en que podía revertir la historia y si que lo hizo. El 8 de diciembre de 1999, Mario Cuenca, David Díaz, Julián Maidana, Cristian García, Horacio Humoller, Gabriel Roth, Adrían Avalos, Manuel Santos Aguilar, Ricardo Silva, Rodrigo Astudillo y Darío Gigena quedaron inmortalizados en el poster para siempre.
Con tantos de Silva, Maidana y Gigena, el Matador haría honor a su seudónimo y conseguiría la Copa Conmebol tras liquidar al equipo de Brasil por tres tantos contra cero. De esta manera, Talleres conseguiría su primer título internacional cerrando una década inolvidable.
En los ocho partidos que disputó, el conjunto de Gareca cosechó un balance de cuatro triunfos, un empate y tres derrotas. Convirtió trece goles y recibió once. El goleador del plantel fue Adrían Silva con tres tantos.
