Por Ricky Vázquez:
En el panorama futbolístico cordobés, los hinchas de Talleres aguardan con ansias el desenlace del encuentro entre River Plate y Rosario Central el próximo sábado en el estadio Mario Alberto Kempes. Sin embargo, más allá de la expectativa propia de un partido ajeno pero decisivo, hay un elemento adicional que agrega una capa de complejidad a la situación: la posible consagración de River como campeón de la Copa de la Liga.
La vinculación directa de este escenario con Talleres radica en la perspectiva de un desempate que pondría a prueba la posibilidad de la T en su anhelo por alcanzar un título tan esquivo en los últimos años. La historia reciente, marcada por finales perdidas en la Copa Argentina, hace que la necesidad de un director técnico experimentado y decidido sea más apremiante que nunca.
En la actualidad, Walter Ribonetto se encuentra al frente del equipo, pero surge la interrogante sobre si es la elección adecuada para afrontar una contienda de tal magnitud. ¿Es Ribonetto la opción que Talleres necesita para consolidarse afrontar un partido otra vez tan importante? Desde mi perspectiva, y teniendo en cuenta la importancia de la ocasión, la respuesta es no.
El fútbol es un deporte impredecible, pero ante la posibilidad de que River supere a Central, la dirigencia de Talleres no puede permitirse esperar. La celeridad en la toma de decisiones se torna crucial, y es imperativo iniciar conversaciones con posibles candidatos para la dirección técnica.
Hay quienes sostienen que no hay que dramatizar la situación y que dejar que las cosas fluyan puede ser la mejor estrategia. Sin embargo, la experiencia de finales perdidas frente a Boca y Patronato nos recuerda que las oportunidades en el fútbol son efímeras. ¿Debería arriesgarse a desaprovechar una potencial chance de redención?.
Si Ribonetto es una opción viable para continuar al frente del primer equipo el próximo año, sería bienvenido. Pero, si no es considerado para esa responsabilidad, la decisión sobre el nuevo entrenador debería tomarse sin demora una vez se conozca el resultado del enfrentamiento entre River y Central.
En definitiva, la inminente posibilidad de un desempate por el título demanda una postura proactiva por parte de Talleres. La historia no espera, y el fútbol, siendo relativo, exige decisiones certeras. Los hinchas y el equipo merecen un liderazgo que esté a la altura de la trascendencia del momento.
