Por Diego Mizraji (@dmizraji).
En Córdoba, conocemos muchas situaciones que nos pasaron como la de Messi, pero los pibes quisieron ejercer presión sin ni siquiera haber llegado a completar dos temporadas.
Illanes en Instituto o Acosta en Belgrano son algunos de los casos más recientes. Jugadores que entraron en conflicto y se fueron por la puerta de atrás. Obviamente los clubes rehenes a lo que dicen sus contratos y los jugadores haciendo valer sus derechos de no renovar si no quieren.
Querer irse y terminar jugando en el mismo club es más normal de lo que parece. Son infinitos los ejemplos que se dieron. Pero esta situación nuevamente al mundo del fútbol nos lleva a preguntar ¿Los clubes o los jugadores? ¿Quién tiene razón?
Ni uno, ni otro. Los dos tienen que llegar a un acuerdo, por eso todos quieren ser Messi sin llegar a ser Lionel.
