Por Ricky Vázquez:
Este jueves 25 de enero marca el tan esperado retorno del fútbol, y con él, el inicio de una temporada que promete ser de grandes emociones. Sin embargo, antes de meternos en el apasionante mundo de la Copa de la Liga, es momento de analizar las estrategias de los equipos cordobeses en el mercado de pases, un escenario que hasta acá dejó sensaciones diversas pero mayoritariamente positivas.
En este juego de aciertos y desafíos, parece que el equipo que más podría haber perdido es Talleres. La salida de Rodrigo Garro y la incertidumbre constante sobre el futuro de Rodrigo Villagra crean un ambiente de inquietud. En este sentido, quizás el club merecía un par de refuerzos más, sobre todo considerando su participación en la Copa Libertadores. Sin embargo, la apuesta parece ser clara: confíar en el proceso y en el proyecto, guiados esta vez por Walter Ribonetto.
En cambio, Belgrano parece haber encontrado un refuerzo valioso con la continuidad de Nahuel Losada, Santiago Longo y Ulises Sánchez. Más allá de las caras nuevas, mantener a jugadores clave es a menudo la mejor estrategia. La estabilidad y la experiencia son activos invaluables en la búsqueda de objetivos a largo plazo.
Por su parte, Instituto pasó por un vaivén en el mercado, con la pérdida de Adrián “Maravilla” Martínez. No obstante, la llegada del ídolo de la casa, Silvio Romero, para ocupar su lugar, demuestra que en el fútbol, la historia y la identidad también cuentan. La ilusión se incrementa con el nuevo delantero cuya definición genera muchas expectativas.
En términos generales, el mercado de pases para los equipos cordobeses hasta acá fue, a mí parecer, positivo. Tienen planteles sólidos, entrenadores experimentados y, en dos casos, continuidad en proyectos que buscan consolidarse. Tal vez Talleres podría haber aspirado a más, pero vale recordar que la Copa jugará siempre su etapa más importante en el segundo semestre.
Ahora, el reto será ensamblar las piezas, fusionar a los nuevos jugadores con los equipos existentes y, a medida que avance la temporada, evaluar si se cumplieron los ambiciosos objetivos trazados. El tiempo será el juez final, y el verdadero análisis comenzará en el campo de juego. Mientras tanto, el fútbol cordobés nos brinda motivos para ilusionarnos con metas significativas.
