Por Gustavo Bee Sellares (@gusbeesellares)
El 5 de junio es una fecha que quedará en la memoria del fútbol cordobés. Especialmente en la de los hinchas de Talleres.
Ese día, en 2016, la T volvía a Primera División luego de 12 años de luchar en la B Nacional y caer en el ostracismo del Torneo Argentino A que luego pasó a llamarse Federal A.
De la mano de Andrés Fassi en la presidencia, de Frank Kudelka en la dirección técnica y de Pablo Guiñazú, el capitán y último gran ídolo albiazul, el equipo de barrio Jardín jugaba con All Boys en Floresta y, si ganaba, ascendía a Primera.
Fue una tarde inolvidable porque el Albo se adelantó en el marcador con gol de Germán Lessman a los 37 minutos del segundo tiempo.
Con una rápida reacción y luego de un pase milimétrico de Bebelo Reynoso, el que puso el 1-1 fue Gonzalo Klusener. El goleador, muy querido por la gente, sabía que se podía hacer historia y, rápido fue a buscar la pelota para intentar coronar esa campaña.
Y el grito del final fue a pedir de todos los hinchas de la T: cuando se jugaba tiempo de descuento, le quedó al Cholo Guiñazú que, de zurda marcaba el 2-1.
Desahogo, alarido y festejo con todo para un plantel que quedará en el bronce por haber sido el que devolvió a Talleres al plano mayor del fútbol argentino.
