El valor de la sinceridad de Wanchope y las ganas de tenerlo en casa

Ábila pasó por el Kempes, marcó y recordó que es de Instituto.

Por Ricky Vázquez.

Todo pasa por la plata en el fútbol profesional más allá de las ganas, aunque claramente también cuando los jugadores vuelven es porque hay un poco más por parte de ellos. Son momentos y decisiones que ponen en riesgo tanto lo económico personal a futuro cómo muchas veces la idolatría de la gente por lo que significa jugar con la camiseta que tanto pesa cuando sos de la casa.

Siempre uno se ilusiona con que aquellos jugadores que tuvieron un rendimiento sobresaliente en el mundo del fútbol se vuelvan a poner la camiseta del club que el hincha tanto desea. Y cuando hablo de hinchas incluye al propio protagonista que debe hacer un esfuerzo mayúsculo pensando más con la cabeza que con el corazón.

Son pocos los casos que incluso se transforman en noticia por renuncia a privilegios con tal de volver. El caso más emblemático que recorrió el mundo fue Lucas Pérez en España que dejó su club de primera división, Cádiz, para poder volver a jugar al club del cual es hincha, Deportivo La Coruña, que hoy está increíblemente en tercera división. El delantero pagó de su bolsillo incluso 500 mil euros para rescindir su contrato y poder volver. Son casos de uno en un millón.

Los jugadores que se la juegan de verdad saben las reglas de lo que ponen sobre la mesa y por eso es imprescindible que sean valorados por los hinchas, así no le salgan del todo bien las cosas porque del deseo de verlos volver al “vino a robar” hay un solo paso y eso los jugadores también lo saben. Por suerte en el fútbol de Córdoba hoy tenemos muchos deseos de ver volver a jugadores que tuvieron una carrera fenomenal y que ojalá podamos disfrutarlos otra vez con la camiseta de los nuestros.

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