Después de tantas idas y vueltas, desde la histórica noche del 38 a 38, la intervención de Armando Pérez, la llegada de la superliga con Mariano Elizondo al frente, las eternas intenciones de Marcelo Tinelli que nunca llegaron a nada y el arribo definitivo de Claudio “Chiqui” Tapia para que hoy decida lo único que le faltaba y es el máximo fútbol nacional.
A partir de hoy, Tapia tiene la decisión absoluta sobre lo que sucede y sucederá al menos por los próximos tres años en el fútbol argentino. Y seguramente, por más que los dirigentes de los clubes sean siempre los mismos, suelen ser las oportunidades ideales para cambiar todo lo que antes se “hizo” mal. El problema sería que estos mismos dirigentes tenían consensuado bajar la cantidad de equipos por ejemplo en primera división para no terminar como en la primera nacional con un torneo imposible. Tapia si algo hizo en su función para consolidarse en el poder fue repartir ascensos por todas partes, y sustancialmente en la primera nacional, haciendo ascender a 10 equipos de una de la zona metropolitana sin importar el interior donde no inciden tanto los dirigentes que viven más lejos de la sede de Viamonte.
Chiqui Tapia se consolidó porque tiene muchas cosas de Grondona y el tiempo dirá. Además de la gestión, en su momento Grondona se blindo porque además fue dos veces campeón mundial. Tapia ya ganó la Copa América que parecía imposible hasta con Messi y estamos en el año del mundial…
Por Ricky Vázquez.
