Independiente últimamente es una caldera pero no como lo era en la época de Bochini, Bertoni o Burruchaga. Hace ya varios años que el club de Avellaneda no encuentra el norte y las malas gestiones terminan siendo contraproducente a la actualidad deportiva.
Silvio, goleador del club, se manifestó junto a otros jugadores por cuestiones de incomodidad en la institución. Quedan libres y al parecer nadie les notifica qué pasará con su futuro. Es el caso de Gastón Silva que inició una demanda millonaria contra el Rojo (por libertad de acción) o Cecilio Dominguez, la compra más cara del club, que tampoco sabe que pasará con él.
“Con el club hay una relación desgastada. Yo no sé donde voy a estar mejor que acá. Soy capitán y querido por la gente de un club grande. Yo no me quiero ir. Nunca me cumplieron el contrato. Tuve deudas de más de un año. Lo digo porque lo hablé frontalmente”, explicó el ex Instituto.
Además contó el accionar legal que implementó por los pagos: “Cada cuatro meses, tengo que enviarle una carta documento porque no me pagan”.
El malestar parece genérico y la postura de Moyano es calmar las aguas para darle fuerza al equipo de Pusineri y poder volver, minimamente, a lo que dicta la historia del club.
