Que Belgrano no tuvo una buena temporada en la Primera Nacional, no es nada nuevo. El “Pirata” estuvo lejos del máximo objetivo planteado al comienzo del año: retornar a Primera División.
El ciclo comenzó con el DT uruguayo Alejandro Orfila a la cabeza. Asumió el 7 de febrero y todas las expectativas, principalmente del director deportivo Mauro Óbolo, se centraron en él. El debut en el banco del equipo cordobés fue el 13 de marzo, donde en condición de local, Belgrano le ganó 2 a 1 a Tigre (uno de los principales animadores que después iba a coronar el ascenso) y comenzaba a ilusionar. Se impuso con goles de Ruiz Gómez y Vegetti; Magnín para el elenco de victoria.
En la fecha 2 se impuso a Alvarado en condición de visitante, ganándole por la mínima gracias a un gol de “Rocky” Balboa. El fin de semana siguiente volvió a ganar: esta vez fue 1 a 0 frente a Estudiantes BA (Balboa). El proyecto se empezaba a encaminar, sostenido en el gran sueño del ascenso.
A partir de la fecha 4 ni el más pesimista hubiese imaginado lo que se le vendría a Belgrano. Entró en una racha negativa en la que tuvo que esperar diez fechas para volver a sumar de a tres. Los malos resultados aceleraron la salida de Orfila: acumuló 5 derrotas (Mitre SdE, Chacarita, Almirante Brown, San Martín de Tucumán – último partido de Orfila como DT).
Tras quedar libre en la jornada 10, asumió Guillermo Farré: siguió la racha negativa sin sumar de a tres (empate con Riestra y derrota con Gimnasia de Mendoza). Hasta que en la fecha 13, Belgrano se desahogó y venció a Estudiantes RC en condición de visitante con un gol agónico a los 90+5 de Vegetti.
Necesitaba Belgrano y Vegetti, que acumulaba una larga racha sin convertir, volver a reencontrarse con la victoria. Y fue el punto de partida para cambiarle la cara a este equipo y animarse a soñar. Farré desde su llegada (21 de mayo) acumuló 11 victorias (ante Temperley, Maipú, Quilmes, Alvarado, Mitre, Chacarita, Nueva Chicago, Riestra, Gimnasia Mendoza, Maipú y Agropecuario), 5 derrotas (Agropecuario, Atlanta, Almirante Brown, Temperley y Quilmes) y 4 empates (Tigre, Estudiantes BA, San Martín y Estudiantes RC).
En cuanto a números, Orfila sacó 11 puntos sobre 27 posibles ( efectividad del 41%). Su equipo apenas convirtió 6 goles en 9 partidos. A lo largo de nueve fechas nunca pudo repetir equipo. Perdió el segundo invicto más largo de la historia de Belgrano sin caer en Alberdi (24 partidos). La última caída había sido ante Tigre en diciembre de 2018.
En tanto, Ferré cerró el año con una efectividad del 62% (cosechó 37 puntos de 57 posibles).
Los números reflejan el andar de Belgrano con cada uno de los entrenadores. Si bien la llegada de Farré, uno de los referentes del equipo en su paso como jugador, le trajo una bocanada de aire fresco al equipo de Alberdi, lo cierto es que no alcanzó. Quedó a las puertas de ingresar al reducido, pero se aseguraron el lugar Tigre (ascendido), Almirante Brown, Quilmes y San Martín de Tucumán.
En el certamen, Belgrano terminó sexto con 52 puntos, a cinco del último equipo que clasificó a la fase siguiente.
Con la salida de algunos jugadores del plantel y la llegada de Ibrahim Hesar y otros jugadores (por el momento nada oficializado) Belgrano intentará recuperar el protagonismo cedido en 2021 y volver a la máxima categoría del fútbol local.
