Hace 21 años, Juniors llegaba a Buenos Aires para jugar el hexagonal final como puntero en solitario, las ilusiones intactas y con solo empatar frente Douglas Haig salían campeones. El equipo de Pablo Comelles, también con la figura colombiana Albeiro “Palomo” Usuriaga y un plantel memorable, iba a conseguir la hazaña más grande para el club.
La formación de Juniors ese día fue con Daniel “Tigre” Amaya en el arco; Rafael Díaz, Adrián Bozoletti, Raúl Britos y Rubén “Bebe” Rodríguez en la defensa; Eduardo Colazo, Marcelo Cuello y Sergio “Pelado” Módica en el mediocampo, Marcelo Santoni, Albeiro “Palomo” Usuriaga y Cristian Sabir en el ataque. También componían el plantel, Daniel “Luli” Ríos, Oscar Osorio, Jorge Maruán, Pablo Brandan, Cristian Pizarro, Walter “Tano” Boldorini, Cristian “Puma” Moya, David “Chori” Vega y Cristian “Tanque” Duran.
El encuentro terminó en empate 2 a 2, una tarde soñada para los cordobeses, inolvidable, queda el mejor de los recuerdos marcado en la retina de cada hincha de Juniors.
En el final, Juniors lograba pasar a jugar en uno de los niveles más altos del fútbol argentino, un distinguido cordobés y llegar a la gloria.
