En los últimos años, el crecimiento del fútbol femenino ha estado en crecimiento, no al nivel que se esperaba pero, si con logros muy importantes y marcados. Uno de los tantos conseguidos en los últimos años, es la cantidad de jugadoras que emigran para continuar su carrera profesional.
Betina Soriano, es uno de estos caso, tuvo que emigrar para volver a estar en el radar del seleccionado, como ella misma comentó: “Puede ser que haya sumado haber pegado el salto para poder volver a la Selección. Se dice que las jugadoras que están en el exterior, suma mucho”.
Así mismo, continuó: “Jugar en el exterior te da un prestigio distinto al ámbito local. Es una competencia muy linda acá. Estoy aprovechando esto para crecer como jugadora”.
En cuanto a su trayectoria en el fútbol y los “logros” conseguidos: “Me mantuve entrenando, dejé, volví, pero lo lindo es ver cómo creció. El apoyo y la difusión. Que se haya profesionalizado en Buenos Aires ha hecho que se haga más exigente el apoyo a la mujer en el fútbol”. Mientras que a su rendimiento personal: “Por suerte en el 2020 me mantuve entrenado todo el año. Siempre expectante para el llamado de la Selección. Es un fútbol muy duro y físico, me sentó bien. Me fracturaron la nariz”.
En cuanto a su posibilidad de jugar en el exterior y como llegó la propuesta: “Estoy trabajando con un representante. Se llama Juan Ignacio Moreno. Llegó por una propuesta de un amiga, Flor Barraza y no dudó en transmitírmela a mi”.
“Es lo que nos pasa a las cordobesas. Tenemos que emigrar de Córdoba a buscar un futbol profesional por la falta de apoyo en Córdoba. Es una lucha constante”
