Claudio Bedirián recordó la vida y la carrera de “Martillo” Roldán

El deporte argentino, y el mundo del boxeo en particular, están de luto, tras el fallecimiento de Juan Domingo Roldán, a los 63 años. “Martillo”, había sido diagnosticado con Covid-19 y se encontraba internado en el hospital J. B. Iturraspe de San Francisco. Su estado de salud fue desmejorando con el correr de los días y este miércoles se conoció la triste noticia de su fallecimiento.

Claudio Bedirián, periodista de Showsport especializado en boxeo y amigo personal de Roldán, recordó la figura, trayectoria y el legado del púgil cordobés: “Juan Domingo Martillo Roldan era amigo personal. Tengo 3 o 4 cuatro amigos que me ha dado el boxeo, como “Martillo”, José Casas, La familia Giordano y  Falucho Laciar. Juan, para los que lo conocíamos, era una persona maravillosa, desinteresada, que, además del boxeo, amaba el fútbol, le gustaban los autos, la cacería. Era un buen tipo, noble, de buena familia, de laburantes. Era peón de campo, al igual que su papá y su hermano, Víctor, apodado “Tenaza”. Por las vueltas de la vida, terminó comprando ese campo cuando se hizo conocido y ganó dinero con la pelea ante Marvin Hagler”.

Bedirían repasó los primeros pasos de Roldán en el boxeo: “Lo conocí cuando existía Redes Cordobesas, hoy Polideportivo Gral. Paz, en 1978. Llegaba por primera vez y tena 8 peleas como profesional y era un toro. Era un desconocido total y venía a combatir con el entonces campeón provincial de la categoría mediano, Hugo Estéfano Obregón. Juan le ganó por abandono y obtuvo el cinturón cordobés. Ahí comenzó a hacer un poco de ruido, fue tapa de los diarios por la pegada”.

El conductor de “Segundos Afuera”, recordó algunos de los momentos que fueron marcando la carrera de Roldán: “A finales del 78 o comienzos del 79, la perdió su invicto antes el ex campeón argentino Juan Carlos Bogado, entrerriano, de 37 años. Después lo vi retener el título cordobés ante Carlos Peralta. Cuando ya era una gran figura y estaba primero en el ranking del mundo, retador de Hagler, lo vimos pelear en Córdoba ante José Ignacio Vega. Ese rival provenía de una categoría inferior y que lo tiró a Juan en la primera vuelta, pero “Martillo” se recuperó y en la segunda vuelta lo noqueó. Después lo vi en su última pelea en Córdoba, ya consagrado campeón argentino y sudamericano, ante Juan Carlos Contreras, rosarino, que era su sparring preferido y le gano por puntos. Fue campeón argentino en el 81, ante Jacinto Fernández, 4to en el ranking del mundo, y pupilo del recordado Amílcar Brussa, a quién la gano por puntos. En esa pela estuvo nada más y nada menos que Carlos Monzón en el rincón de Fernández. Además se consagró campeón sudamericano en el Luna Park ante José María Flores Burlón”.

El 30 de marzo del 1984 llegó el combate por el título del mundo ante Marvin Hagler, en el Hotel Rivera de Las Vegas. Roldán perdió por nocaut en el 10° asalto luego de una pelea extraordinaria. “En una gran pelea pierde porque Hagler era mucho más que “Martillo”. Con los mejores golpes de Roldán apenas Hagler daba un paso atrás. Perdió por abandono en la décima vuelta”, recordó Bedirián.

El boxeador de Freyre reapareció unos meses después en Francia ante un desconocido zaireño André Mongalema. “Le ganó bien Juan pero lo notábamos un poco lento e irresoluto y se va del boxeo, se retira. A los 2 años vuelve en Ceres, Santa Fe, ante el zurdo medio pesado Juan Carlos Fernández a quien le ganó por nocaut. Después vinieron boxeadores como Juan Carlos Jiménez, Jorge Violín Salgado, Víctor Emilio Galindez a quienes venció sin ningún tipo de duda”, repasó Bedirián.

En octubre del 87, enfrentó a Tommy Hearns. Según explica Bedirián: “Juan llegó a esa pelea con la cabeza en otra cosa porque estaba separándose de su mujer, Petronila. El cordobés de Freyre subió bien físicamente pero con la cabeza en otro lado. Quería que todo pasara rápido, a matar o morir, ganar o perder por KO, pero que termine rápido. Perdió por nocaut antes de finalizar la cuarta vuelta y ya se notaba que se quería ir del boxeo. Volvió en 1988, para pelear con Hugo Corro, ex campeón del mundo, a quien noqueó muy fácil en la primera vuelta. Y llegó una chance mundialista ante un campeón de la Federación Internacional de Boxeo, Michael Nunn, para la que casi no se entrenó y perdió por KO en la 8va vuelta. Y ahí se fue del boxeo”.

Nos dejó una figura del boxeo argentino, que con humildad, esfuerzo y dedicación, llegó a los primeros planos internacionales y es un orgullo de nuestro deporte. Que descanse en Paz.

 

 

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