Por Ricky Vázquez:
Las cosas hay que decirlas antes que sucedan, jugar semifinales de Copa Argentina en un país tan grande con tres de los cuatro equipos utilizando la misma ruta con poca diferencia horaria es cuanto menos riesgoso. Se pueden jugar en diferentes lugares donde los traslados de uno y otro sea por distintas partes del país y estadios alternativos hay de sobra, incluso el mismo estadio de Mendoza que será la sede de la final podría ser una alternativa que no ponga en riesgo a nadie. Claro que para el equipo ganador sería ideal porque ahí permanecería trabajando hasta la final del domingo.
Talleres llevará los hinchas que pueda y eso significa que serán mas de 20 mil si el estadio lo permite, por lo tanto es un alto riesgo poner sedes tan próximas, el mismo día y con apenas unas horas de diferencia que solo confirma que, de mantenerse Rosario, cuando estén llegando a la ciudad los hinchas de la T se cruzarán hasta por circunvalación con los hinchas de Boca que estén saliendo para Buenos Aires.
La realidad es que el futbol argentino vive un momento muy sensible después de lo que pasó en La Plata y sería muy oportuno hacer las cosas bien una vez antes que lamentar después.
A pesar de no haber nada oficial, Talleres en principio jugaría en el estadio de Newells en Rosario mientras que Boca aquí en el estadio Kempes, lo que generaría que la autopista Cordoba Rosario sea invadida por muchísimos hinchas con un riesgo innecesario
